En las últimas semanas, perdimos a J. Crew, Neiman Marcus y J.C. Penney. La Federación Nacional de Minoristas estima que siete millones de puestos de trabajo en el comercio minorista podrían perderse debido a la pandemia
Hemos pasado de una nación de gente que viaja a otros lugares para consumir cosas, a una nación de gente que consume cosas cuando y donde quiere y eso es cada vez más en casa. Los minoristas necesitan ir a ellos, no al revés.
Una vez que empiezas con esa mentalidad, necesitas hacer tres cosas:
Primero, darle la vuelta al guión y hacer que tu presencia online importe más que tus tiendas físicas. El nuevo imperativo de la venta al por menor es establecer una identidad digital como su principal punto de contacto. Más de dos tercios de los clientes de Starbucks usan su aplicación, que ahora representa más del 17% de los pedidos de la compañía.
En segundo lugar, las tiendas físicas siguen siendo importantes, pero usan esas tiendas físicas como salas de exposición, centros de distribución y lugares de entrega. Target, por ejemplo, se dio cuenta de que mientras Amazon tiene alrededor de 180 centros de distribución en los EE.UU., podría convertir todas sus 1.900 tiendas en centros de cumplimiento.
Tercero, construir modelos de membresía que provean valor real, no puntos de recompensa falsos. En todo caso, sus clientes deberían pagarle para que se una a su programa de membresía, no al revés. ¿De dónde sacó Jeff Bezos la idea de Amazon Prime? De Costco. Los modelos de membresía real permiten a los minoristas reimaginar sus negocios como servicios recurrentes, en lugar de una acumulación de transacciones.
La antigua forma de venta al detal ha estado muriendo durante años, y COVID-19 finalmente la empujó por un acantilado. Pero una industria minorista más resistente se está formando y el futuro de la venta al por menor ya está aquí, a plena vista.