Las grasas saturadas provienen de productos de origen animal, por ejemplo, la mantequilla.
El científico David Diamond, autor de un nuevo estudio sobre enfermedades cardíacas, reconoce que suena extraño decir que los alimentos de origen animal y los aceites tropicales (aceite de coco) no aumentan los niveles de colesterol ni son dañinos para la salud del corazón, mientras que una dieta baja en carbohidratos si puede aliviar las enfermedades cardíacas.
El Dr. Diamond dice que las grasas saturadas han sido acusadas injustamente de causar enfermedades cardíacas, así como otras enfermedades.
La investigación realizada por este profesor y neurocientífico de USE concluye que no hay evidencia entre una dieta baja en grasas saturadas y la reducción del colesterol y de los riesgos de enfermedad cardíaca y recalca que es una teoría “desactualizada”.