Un hotel sueco ha cambiado el destino de sus habitaciones como restaurantes pop-up para permitir una cena socialmente distante.
La pandemia de coronavirus ha tenido un grave efecto negativo en la industria de la hotelería, ya que los hoteles y restaurantes han sido cerrados a los clientes durante un largo período. Mientras ambas empresas consideran cómo pueden reanudar sus negocios con seguridad, un operador de hotel ha tenido una idea única.
El hotel sueco Stadt, en Lidkoping, ha abierto sus habitaciones como espacios de comedor privados, permitiendo a la gente salir a comer y manteniendo el distanciamiento social de otros comensales. La idea es que en lugar de conseguir una mesa en un restaurante, los comensales reciben una habitación entera con una mesa. Los pedidos pueden hacerse por teléfono, así los comensales nunca tienen que salir de la habitación.
Las habitaciones tienen capacidad para entre 2 y 12 personas, y el menú ofrece dos platos por un precio asequible de 298 coronas suecas (alrededor de 25 libras esterlinas). Cada sesión dura dos horas y media, pero los comensales que hayan bebido demasiado vino con su comida pueden optar por pasar la noche por una tarifa adicional.
Según el organizador del restaurante del hotel pop-up, Klas Tryborn, “No tenemos nada que perder, así que ahora tienes la oportunidad de hacer algo completamente nuevo”. Espero que podamos inspirar a otros a encontrar soluciones similares. Esto también puede hacerse en Estocolmo o en Borås. Es ahora cuando debemos ser creativos y trabajar juntos.”
Aunque alquilar habitaciones por horas no es nada nuevo, la pandemia de COVID-19 ha dado lugar a una variedad de ideas innovadoras para reutilizar los espacios existentes. Algunas de las ideas incluyen el uso de habitaciones de hotel como espacios de trabajo de distanciamiento social y un microapartamento flexible utilizado para el auto-aislamiento.