Los humanos no son los únicos que anhelan los días en que pueden cenar en los restaurantes de sus ciudades: Algunas ratas que no se dan un festín con las sobras se están volviendo cada vez más descaradas para encontrar nuevas fuentes de alimento, advirtieron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En medio de las restricciones para permanecer en casa establecidas en todo el país para combatir la propagación del nuevo coronavirus, muchos restaurantes y cafés están cerrados o limitados a la comida para llevar, y con la reducción de las ventas, los cubos de basura de los restaurantes ya no están desbordados con las deliciosas sobras con las que subsistían hordas de roedores. Al encontrar menos cantidad de comida, los bichos se han vuelto más agresivos, lo que ha llevado al CDC a publicar una guía sobre cómo disuadirlos.
Desde el comienzo de la pandemia, ha habido más informes de canibalismo e infanticidio de ratas en Nueva York, así como más quejas de ratas en áreas residenciales -incluyendo Chicago- ya que los humanos producen más desechos de comida en casa. Los ejércitos de ratas ambulantes, incluyendo uno capturado por una cámara hurgando en las calles vacías de Nueva Orleans, son preocupantes para el CDC, que dice que los roedores pueden ser portadores de la enfermedad.