Incluso después de que se descubra y se despliegue una vacuna, el coronavirus probablemente permanecerá durante décadas, circulando entre la población mundial.
Los expertos llaman a estas enfermedades endémicas, resistiendo obstinadamente a los esfuerzos por erradicarlas. Piensa en el sarampión, el VIH, la varicela.
La naturaleza a largo plazo del covid-19, dicen, debería servir como un llamado de alarma para el público, y una hoja de ruta para los billones de dólares que el Congreso está gastando.
El desafío en esta pandemia es que quedan pocos atajos de este tipo para empujar a los líderes de los EE.UU. y al público a acciones con visión de futuro. El CDC ha sido marginado por la Casa Blanca y se le ha impedido celebrar reuniones informativas públicas. Mientras tanto, la administración Trump ha dejado claro que su prioridad es reiniciar la economía.
“Es como la gente que conduce demasiado rápido. Llegan a la escena de un accidente y, durante un tiempo, conducen con más cuidado, pero pronto vuelven a ir a toda velocidad”, dijo Michael T. Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.