Wuhan fue el epicentro original. Luego el coronavirus emigró a Europa. Nueva York fue el siguiente punto caliente, y ahora las autoridades sanitarias mundiales están preocupadas por América del Sur.
La región en su conjunto está reportando más casos diarios que los Estados Unidos. Y la ideología, más que las buenas prácticas, refleja los diferentes enfoques que varios países sudamericanos han tomado, con la ideología triunfado sobre las mejores prácticas médicas.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que volverá a viajar por el país para poner en marcha importantes proyectos de obras públicas, incluyendo un nuevo ferrocarril en el sureste.
En Brasil, el presidente Jair Bolsonaro desafió a las propias autoridades médicas de su país al participar en múltiples manifestaciones de apoyo a su gobierno. El ex oficial militar de derecha incluso estrechaba la mano de sus seguidores y sostenía a niños en sus brazos.
Y en Nicaragua, el presidente Daniel Ortega ha convertido la pandemia del coronavirus en un asunto político, diciendo que sus oponentes son los que quieren que la gente se quede en casa para crear una crisis financiera, socavando el país y su gobierno.