Se cree que el coronavirus se propaga a través de pequeñas gotas de humedad que emitimos al toser, estornudar o hablar. Puede viajar en ellas y desplazarse varios metros por el aire para infectar a otra persona.

En cuanto al sexo, este mes se publicó un estudio que encontró la firma genética del virus en el semen de varios pacientes covid-19 en el Hospital Municipal de Shangqiu en China. Dos de los pacientes se estaban recuperando de la enfermedad, según los investigadores, lo que plantea la posibilidad de que el virus pueda permanecer en los genitales de alguien que ya no esté enfermo.

“Estos son resultados intrigantes”, dijo John Brooks, director médico de la respuesta covid-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., al Wall Street Journal después de ver el estudio. “Estamos encontrando huellas del virus en diferentes lugares del cuerpo”.

Por el momento, es una especie de punto discutible. Cualquier forma de intimidad física te va a exponer a las gotas respiratorias de otra persona, sin importar si el virus puede ser transmitido a través de los fluidos sexuales. Por eso la Facultad de Medicina de Harvard advierte contra el inicio de una nueva relación durante la pandemia, y ser cauteloso incluso con una pareja que viva contigo, especialmente si está enferma.

Lamentablemente, el amor y el riesgo de contagio están entrelazados.