Los funcionarios federales de salud anunciaron que exigirán a los laboratorios que informen sobre la información racial, étnica y de otro tipo de cada persona que se someta a la prueba del coronavirus, después de meses de críticas de que la administración Trump ha sido insensible a las profundas disparidades demográficas de la pandemia.

La nueva guía obliga a todos los laboratorios que realizan pruebas para diagnosticar el coronavirus o determinar si alguien podría tener anticuerpos contra el virus a recopilar y presentar información sobre la edad, el sexo, la ubicación y el resultado de las pruebas de las personas, así como sobre la raza y la etnia. En total, se requieren 18 datos. La regla entra en vigor el 1 de agosto.

Cada laboratorio debe presentar esos datos dentro de las 24 horas a un departamento de salud estatal o local, que a su vez debe enviarlos a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, quitando la identidad de la persona al enviar los datos al gobierno.