Después de cinco días en un respirador por el Covid-19 y alrededor de la medianoche del 8 de abril, los médicos del Hospital Metodista de Houston apagaron el goteo sedante que había mantenido al previamente saludable hombre de 65 años en un coma inducido médicamente.

“La expectativa es que debe empezar a despertarse después de seis horas, 12 horas o un día”, dijo su hija, Silky Singh Pahlajani, una neuróloga de la ciudad de Nueva York. “Pero pasaron seis días y medio antes de que empezara a abrir los ojos. Pensé que había sufrido una apoplejía masiva.

“La resonancia magnética de su cerebro era normal, lo que era genial, pero entonces la pregunta se convirtió: ¿Qué está pasando?”

Esa pregunta desconcierta a los neurólogos y médicos de rehabilitación que tratan a pacientes con casos graves de covid 19. Un número significativo de los que han pasado largos períodos en los ventiladores están tomando días o semanas – en lugar de horas – para despertar de los comas inducidos médicamente.

Cuando recuperan la conciencia, muchos se enfrentan a la necesidad de meses de rehabilitación cognitiva y física, y algunos tal vez nunca vuelvan a su nivel de funcionamiento anterior.

“A algunos de estos pacientes, les quitamos el sedante, les sacamos el tubo de respiración y enseguida nos dan el visto bueno, o unas palabras”, dijo Nicholas Schiff, neurólogo de Weill Cornell Medicine en Nueva York, que se especializa en el tratamiento de los trastornos de la conciencia. “Pero hay otros que todavía no siguen las órdenes y no se expresan aún semanas después.”