Silicon Valley está presionando contra las últimas restricciones de inmigración del Presidente Donald Trump, esta vez apuntando a los programas de visas que las compañías tecnológicas usan para traer miles de trabajadores extranjeros calificados.
Trump firmó una orden ejecutiva que expande las restricciones de varias visas de trabajo hasta por lo menos el final de este año, incluyendo la visa L-1 que permite a las compañías transferir empleados de oficinas en el extranjero y el programa H-1B para trabajadores en ocupaciones especializadas.
Ambas visas son populares entre los gigantes de la tecnología de los Estados Unidos, y muchos se apresuraron a condenar la orden ejecutiva.
“La inmigración ha contribuido enormemente al éxito económico de Estados Unidos, convirtiéndolo en un líder mundial en tecnología, y también a Google para ser la empresa que es hoy”, dijo en Twitter el director general de Google, Sundar Pichai. “Decepcionados por la proclamación de hoy – seguiremos apoyando a los inmigrantes y trabajando para ampliar las oportunidades para todos”, añadió.
Jessica Herrera-Flanigan, jefa de políticas públicas y filantropía de Twitter para las Américas, dijo que la política acabaría perjudicando a la economía estadounidense.