Un sondeo realizado entre jóvenes estadounidenses mostró que entre los años 2000 a 2018, casi uno de cada tres hombres con edades entre 18 y 24 años no había tenido actividad sexual en el último año. Los jóvenes de ambos sexos entre 25 y 34 años también reportó disminución o inactividad sexual.
Una de las razones para la caída de la frecuencia sexual podría ser el estrés de tener que equilibrar el trabajo y las relaciones íntimas, así como la prevalencia de otras formas de entretenimiento individual.
El psicólogo Jean Twenge dice: “Ahora hay muchas más opciones de cosas que hacer en la tarde que las que antes había y menos oportunidades de iniciar la actividad sexual si ambas partes están absortas en las redes sociales, juegos electrónicos o maratones audiovisuales”.
Al analizar los datos del estudio que incluyó a casi 10,000 hombres y mujeres de edades entre 18 y 44 años, encontraron que el 16,5 % había disminuido su actividad sexual entre 2016-2018 frente al 9.5 % que lo hizo entre 2000-2002, principalmente entre hombres heterosexuales solteros.
Entre las mujeres solteras, la actividad sexual se mantuvo sin cambios y entre los hombres homosexuales no hubo un descenso notable.
Los hombres desempleados o menores ingresos eran menos activos sexualmente, igual que los estudiantes.
Esto puede deberse a una preferencia por hombres de mayor estatus socioeconómico y el mayor número de mujeres con educación superior, lo que ocasionaría que algunos hombres jóvenes tengan dificultades para entablar relaciones heterosexuales.
Si bien la pandemia del COVID-19 quedó fuera del período del estudio, esta ha dejado a muchas personas desempleadas y temerosas de infectarse, lo que exacerbaría la tendencia.