Estrategias como aumentar la ventilación del aire, instalar tecnología de no contacto y modificar los horarios para escalonar las horas de llegada y salida podrían ayudar a las escuelas a reabrir de forma más segura mientras la pandemia de coronavirus continúa, según un nuevo informe publicado.
Las escuelas también pueden limitar el uso compartido de equipos en las clases de educación física y limitar el contacto personal con estrategias como llevar a cabo conferencias de padres y maestros en línea, según señala en su informe el experto en seguridad ambiental Joseph Allen y sus colegas de la Facultad de salud pública TH Chan de Harvard.
Éstas deben ponerse en práctica junto con medidas conocidas como el lavado de manos, el uso de mascarillas, pruebas generalizadas para detectar el virus y alentar a las personas a quedarse en casa cuando estén enfermas.
“Ninguna estrategia de control por sí sola puede limitar la transmisión de la enfermedad”, dice el informe. “Las escuelas deben abordar la reapertura con una estrategia de defensa en capas, donde se combinen muchas pequeñas intervenciones y estrategias, simultáneamente”.
Allen dijo que es mejor enviar a los niños de vuelta a la escuela que tenerlos secuestrados en casa. Dijo que al aprendizaje online le faltaban muchos, si no la mayoría, de los estudiantes.
“Las escuelas eventualmente necesitarán reabrir”, dice el informe. “Mantener las escuelas cerradas conlleva costos masivos a largo plazo para los individuos y la sociedad. Muchos niños no pueden aprender, crecer, involucrarse, socializar, ser activos, comer alimentos saludables o recibir apoyo de manera efectiva hasta que las escuelas reabran”.