Desde el Imperio Qing hasta la República Popular, las preocupaciones de China por el separatismo son profundas

Desde el Imperio Qing hasta la República Popular, las preocupaciones de China por el separatismo son profundas

En un discurso en el 150 aniversario del nacimiento de Sun Yat-sen, considerado por muchos como el padre fundador de la China moderna, el Presidente Xi Jinping prometió “oponerse resueltamente” a cualquier intento de dividir el país.

“Nunca permitiremos que nadie, ninguna organización o partido político arrase con ninguna parte de nuestro territorio en ningún momento o de ninguna forma”, dijo, parado bajo un retrato gigante de Sun.

Un principio clave del gobierno de Xi ha sido su promesa de restaurar el país a la grandeza, deshaciendo el “siglo de humillación” durante el cual el Imperio Qing y más tarde la República de China fueron arrasados por potencias extranjeras, con territorios como Hong Kong, Manchuria y gran parte de Shangai afeitados en colonias y concesiones.

Es “nuestro solemne compromiso con la historia y el pueblo”, dijo Xi en el discurso de 2016, que China nunca más será desgarrada.

La preocupación por el separatismo se puede ver en las políticas de línea dura adoptadas por Beijing en Xinjiang, Tibet y Hong Kong, así como una postura cada vez más agresiva hacia la isla autogobernada de Taiwán, que Xi ha prometido unificar con el continente – por la fuerza, si es necesario.

Sin embargo, estas políticas a menudo pueden resultar contraproducentes. En Hong Kong, en particular, el resentimiento hacia Beijing ha crecido en los últimos años. En los últimos 12 meses, a medida que los disturbios contra el gobierno se enfrentaban a una intensa actividad policial, se escuchaban con mayor frecuencia cantos como “La independencia de Hong Kong, la única esperanza” entre partes del movimiento de protesta.

Esas palabras son antitéticas para los dirigentes de China y se ha dado la necesidad de acabar con el separatismo como justificación clave para una nueva ley de seguridad nacional. Abogar por la independencia, tal vez incluso la discusión del tema, podría convertirse pronto en ilegal.

Carrie Lam, el jefe ejecutivo de la ciudad, ha dicho que la ley asegurará “la prosperidad y estabilidad a largo plazo de Hong Kong”.

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