La vida en pareja muchas veces no funciona y puede terminar en separación, pero, cuando hay hijos de por medio, se debe pensar en el bienestar de los seres que trajeron al mundo.

Algunas veces, el amor que existió en una pareja se convierte en odio, rabia y rencor, y el padre trata de sembrar en sus hijos esos sentimientos para quedar como una víctima ante sus ojos.

Estos padres no aceptan ni miden las consecuencias que pueden traer a sus hijos al estarlos envenenando con conceptos negativos que descalifican a su madre.

Este tipo de hombres debe de saber que cuando hace esto no está ganando puntos ante sus hijos, sino que los está hiriendo y llenándolos de dudas.

Cuando hablan mal de su madre, los padres crean conflictos internos en los niños, ya que no saben que creer o cómo actuar y tienen claro que pasa ya que no comprenden el panorama completo de la historia.

Un padre que descalifica a la madre de sus hijos, está enseñándoles que está bien hablar mal de las mujeres para alimentar el ego masculino, y, por ende, ellos no aprenderán a respetar a ninguna mujer.

También se debe tener muy claro, que los niños crecen y se darán cuenta de cómo fueron las cosas.

Los problemas de pareja, son de la pareja, no de los hijos, y es posible, que las cosas puedan salir al revés y los hijos terminen alejándose porque les hablas mal del ser que ellos más aman: su madre.