Los resultados de las pruebas del coronavirus están tardando tanto en llegar que los expertos dicen que los resultados en todo Estados Unidos a menudo resultan inútiles en la campaña para controlar la enfermedad.
Algunos sitios de prueba están luchando para proporcionar resultados en cinco a siete días. Otros están tardando aún más. Los brotes en el Cinturón del Sol han puesto a prueba a los laboratorios más allá de su capacidad. Esa creciente demanda, a su vez, ha causado una escasez de hisopos, reactivos químicos y equipo hasta en Nueva York.
Los largos tiempos de respuesta de las pruebas están haciendo imposible que los Estados Unidos repliquen la estrategia central utilizada por otros países para contener eficazmente el virus: probar, rastrear y aislar. Como en la captura de cualquier asesino, la velocidad es esencial cuando se trata del coronavirus.
“En lugar de ir de un paso al siguiente, es como si ya estuvieras tropezando con la puerta”, dijo Crystal R. Watson, una experta en salud pública de la Universidad Johns Hopkins. “Hace que el rastreo de contactos sea casi inútil. Cuando una persona obtiene resultados, ya tiene síntomas, sus contactos ya pueden tener síntomas y han infectado a otros”.