Los líderes de salud de los estados, los expertos en salud pública y los funcionarios de los hospitales advierten que un cambio abrupto en la forma en que la administración Trump les exige que informen sobre los datos relativos al coronavirus aumentará la carga de las instalaciones ya sometidas a la tensión de la pandemia y podría impedir la distribución de medicamentos fundamentales.
La oposición llegó después de que el Departamento de Salud y Servicios Humanos notificara a los gobernadores y líderes de los hospitales esta semana que estaba cambiando el protocolo para enviar al gobierno federal información diaria sobre pacientes con coronavirus, suministros y capacidad de camas. Los funcionarios de la administración dicen que el reemplazo de un sistema de recolección de datos dirigido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades agilizaría la presentación de informes y llevaría a una distribución más eficiente de los productos terapéuticos, los suministros para pruebas y el equipo de protección.
Los funcionarios también sugirieron que los estados podrían querer que la Guardia Nacional ayude a los hospitales, una idea que la industria ha condenado.