Siempre han existido trabajos curiosos, increíbles y extravagantes, especialmente para servir a los miembros de la realeza. Uno de ellos fue el Groom of the Stool (Limpia traseros real).

Este oficio surgió en el siglo XVI en Inglaterra, cuando el Rey de Inglaterra y señor de Irlanda, Enrique VII, sintió la necesidad de que alguien se encargara del mantenimiento y limpieza de su “trasero de sangre azul”.

Poco a poco el cargo fue adquiriendo relevancia, ya que el joven que se encargaba de estas labores debía compartir largos momentos de calidad en intimidad con el Rey, ayudándole a quitarse sus pesados, complicados y caros ropajes para que así tuviera más comodidad al momento de hacer sus necesidades fisiológicas.

Este no era un trabajo fácil, ya que requería pasar la mayor parte del tiempo cargando toallas y recipientes, arrastrando y llevando la pesada silla para defecar por todo el palacio y siempre detrás del rey. También debía estar pendiente de la dieta y los horarios de comidas del monarca y organizar su agenda con base en los hábitos intestinales.

El joven que realizaba esta labor debía de tener cierta educación ya que había que darle conversación al rey durante sus momentos de “descargue”, por lo que generalmente eran jóvenes de la aristocracia.

Si el joven realizaba de manera eficiente su labor, generalmente era recompensado generosamente y hasta podía llegar a convertirse en secretario personal del rey.

El oficio de ‘limpia traseros del rey’ estuvo vigente durante cuatro siglos, hasta el año 1901 cuando Eduardo VII lo abolió.