Una serie de congresistas republicanos, entre ellos más de una docena de miembros tanto de la Cámara como del Senado y de la dirección del partido, rechazaron abiertamente la sugerencia del presidente Donald Trump de que se retrasaran las elecciones presidenciales de noviembre, una medida que el presidente no tendría autoridad para tomar porque la Constitución otorga al Congreso el poder de fijar la fecha de la votación.
Fue el último ejemplo del presidente haciendo comentarios incendiarios en Twitter – y poniendo a los republicanos en una situación difícil para hacer frente a las consecuencias.
El presidente del Senado, Lindsey Graham, un republicano de Carolina del Sur y aliado de Trump, dijo cuando se le preguntó sobre el llamado del Presidente para retrasar las elecciones: “No creo que sea una buena idea”.
El senador John Thune, miembro del liderazgo republicano, dijo que habrá una elección en noviembre a pesar del tweet del Presidente.
“Creo que es probablemente una declaración que recibe alguna atención de la prensa, pero dudo que tenga alguna tracción seria”, dijo Thune.
“Creo que hemos tenido elecciones cada noviembre desde 1788, y espero que sea así de nuevo este año”, dijo.
