Los osos polares están en grave riesgo de extinción, ya que no podrán alimentarse al desaparecer las placas de hielo del océano.

Esto ocurriría si continúa el ritmo de emisiones de gas con efecto invernadero.

Los investigadores dicen que “la caída de la reproducción y la supervivencia pondrá en peligro la persistencia de casi todas las subpoblaciones de aquí al 2100”.

Los osos polares no pueden conseguir el alimento suficiente para subsistir en la tierra, por lo que dependen del hielo para cazar, ellos esperan horas en los agujeros en el hielo utilizados.

En el mar de Beaufort (Alaska), la población de osos polares disminuyó entre el 25 % y 50 %. En la Bahía de Hudson, que es lugar ubicado más al sur habitado por osos polares, se observó una disminución del 30 % de estos animales desde el año 1987.

Las islas Reina Isabel, en el Ártico canadiense, serían el único lugar habitable para los osos, pero si disminuye la actual emisión de gases. Se calcula que hoy en día hay menos de 26.000 ejemplares en Alaska, Siberia, Canadá y Noruega.

Los osos polares guardan largos períodos de ayuno, sin embargo, después necesitan de una temporada de caza sostenida para recuperar la energía y poder reproducirse.

El científico Steven Amstrup, experto en osos polares, dice que el impacto del calentamiento global se verá mucho antes de lo pronosticado y aunque las emisiones de gas se redujeran, de todos modos, el planeta necesitaría de casi 30 años para estabilizar las masas de hielo debido a la gran cantidad de CO2 que contiene la atmósfera.