A medida que los estados y los minoristas exigen máscaras, los fabricantes cambian sus líneas de producción

Durante casi un siglo, Steele Canvas ha estado produciendo bienes industriales en sus talleres cerca de Boston.

El fabricante familiar construyó un próspero negocio de fabricación de carros de almacenamiento de lona y acero que los clientes utilizan para guardar herramientas, materiales de construcción y otros artículos.

Cuando la economía comenzó a cerrarse en marzo, esos pedidos se secaron, empujando a la empresa hacia la crisis y obligándola a considerar el despido de sus 70 empleados. Pero entonces encontró una salida: la fabricación de máscaras.

“Se ha convertido en una parte muy significativa de nuestro negocio”, dijo Ryan Huston, jefe de ventas y marketing de Steele. “Fuimos capaces de mantener a todo nuestro personal 100 por ciento empleado e incluso de contratar a algunas personas adicionales”.

Con cerca de la mitad de los estados exigiendo ahora que se usen máscaras en público y la mayoría de los grandes minoristas y tiendas de comestibles exigiéndolas en sus tiendas, las máscaras no sólo están ayudando a mantener a raya al coronavirus, sino que están proporcionando un salvavidas financiero a muchas empresas pequeñas empresas que de otro modo podrían estar cerrando.