Nueva Zelanda ha marcado un hito envidiable: más de 100 días desde que su último caso de coronavirus fue adquirido localmente de una fuente desconocida.
Hasta el lunes, el país había reportado 1,219 casos confirmados, incluyendo sólo 21 infecciones activas, todas en instalaciones de aislamiento controlado. No había surgido ningún caso por transmisión comunitaria en 100 días, anunciaron las autoridades, con todas las nuevas infecciones procedentes del extranjero.
En total, la nación insular de 5 millones de personas ha reportado 22 muertes por coronavirus.
Mientras que otros países, incluidos los vecinos del Pacífico, Australia y Estados Unidos, continúan luchando contra los brotes, Nueva Zelanda se ha erigido en un ejemplo de cómo combatir el Covid-19. Una razón clave es que, aunque el país parece tener el coronavirus bajo control, las autoridades siguen haciendo pruebas a miles de personas al día.
“Hemos visto en el extranjero la rapidez con que el virus puede resurgir y propagarse en lugares donde antes estaba bajo control”, dijo el Dr. Ashley Bloomfield, Director General de Salud.
“Tenemos que estar preparados para erradicar rápidamente cualquier caso futuro en Nueva Zelanda”.