El cuerpo “habla” y nos manda señales que nos indican que algo no está bien, por lo que debemos de estar alertas y tomar las acciones correspondientes.
Si te sientes cansado frecuentemente y tu cuerpo te pide permanecer acostado, podría ser una primera señal.
SISTEMA INMUNOLÓGICO
Es el encargado de proteger el cuerpo de las sustancias nocivas como los virus, bacterias, hongos y parásitos, evitando posibles infecciones o enfermedades.
Cuando el sistema inmunológico se debilita el cuerpo queda expuesto a agentes externos.
Este puede estar debilitado por diferentes causas como una mala alimentación, los cambios frecuentes de temperatura, padecer de otras enfermedades, entre otros.
SEÑALES DE QUE TIENES DEFENSAS BAJAS
• CANSANCIO
Te sientes cansado permanentemente, a pesar de estar acostado o de no realizar grandes esfuerzos.
• CAÍDA DEL CABELLO
Aunque la caída del cabello puede ser causada por muchos motivos, esta también es una señal de tener las defensas bajas.
• INFECCIONES FRECUENTES
Las más comunes son las infecciones urinarias, las encías inflamadas o enrojecidas, diarrea y resfriados frecuentes.
• ALERGIAS
Aunque existen personas que tienen alergia al polen, al polvo, o algunos alimentos, las alergias pueden ser causadas por defensas bajas.
• CICATRIZACIÓN LENTA
Cualquier corte o herida se tarda muchos días en cicatrizar y causan dolor.
VITAMINAS QUE AYUDAN A REFORZAR EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
VITAMINA A: Repara las células de la piel dañadas por el sol, restaura el colágeno y la elastina. La vitamina A está presente en hortalizas de hoja verde, melón, mango, calabacín y zanahoria, productos lácteos, carnes de aves y pescados como el bacalao.
VITAMINA C: Se encuentra en los cítricos como el limón, naranja, entre otras y verduras como el tomate, patatas o brócoli.
VITAMINA D: Esta vitamina se almacena en el tejido graso y ayuda a absorber el calcio que sirve para tener los huesos fuertes. Se encuentra en el atún, salmón y en menor medida en el queso y la yema de huevo.
VITAMINA E: Es un gran antioxidante por lo que ayuda a proteger el organismo. Se encuentra en la soya, el girasol, los frutos secos como las almendras, las hortalizas de hoja verde como espinaca o brócoli y en los cereales y frutas.