El Servicio Postal de EE.UU. advierte que no puede garantizar que todos los votos emitidos por correo para la elección del 3 de noviembre llegarán a tiempo para ser contados, incluso si los votos se envían por correo en los plazos estatales. Eso aumenta la posibilidad de que millones de votantes se vean privados de su derecho a votar.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan las boletas de correo como una forma de votar sin arriesgarse a exponerse al virus en las urnas. Pero el presidente Donald Trump ha criticado sin fundamentos las boletas de voto por correo como fraudulentas, preocupado de que un aumento le pueda costar la elección. Los demócratas han sido más propensos que los republicanos a votar por correo en las primarias celebradas en lo que va de año.

¿Qué le pasa a la oficina de correos?

La Oficina de Correos ha perdido dinero durante años, aunque los defensores señalan que es un servicio del gobierno más que un negocio de maximización de beneficios.

En junio, Louis DeJoy, un donante republicano y ejecutivo de una compañía de logística, asumió el cargo de nuevo director general de correos y Trump le encargó que intentara que el Servicio Postal fuera más rentable. Hacerlo también exprimiría a empresas como Amazon. Su director ejecutivo, Jeff Bezos, ha sido criticado por Trump debido a la cobertura que el presidente ha recibido del Washington Post, del que Bezos es propietario.

DeJoy redujo las horas extras, los viajes de entrega tardía y otros gastos que aseguran que el correo llegue a su destino a tiempo. El resultado ha sido una desmejora nacional del correo.