Europa quiere gravar las emisiones de los barcos.

El plan de Europa de recaudar miles de millones cada año para el alivio del coronavirus cobrando a los buques por su contaminación podría inflamar las tensiones comerciales en el peor momento de la economía mundial y hacer retroceder los esfuerzos para hacer frente a la crisis climática.

La Comisión Europea propone ampliar su Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) al transporte marítimo como una de las medidas para ayudar a pagar la reconstrucción de la economía de la UE, y para promover una recuperación ecológica de la crisis.

La Unión Europea planea gastar el 30% de sus 750,000 millones de euros (889,000 millones de dólares) del fondo para la recuperación del coronavirus y del presupuesto de la UE para los próximos siete años en proyectos relacionados con el clima, en un intento de convertirse en el primer continente con emisiones neutras de carbono.

Sin embargo, el impuesto sobre el transporte marítimo propuesto se ha topado con una feroz oposición de la industria, que afirma que esto socavará los esfuerzos por hacer frente al cambio climático a nivel mundial y es probable que provoque una reacción de los países no pertenecientes a la UE, lo que hace temer nuevas disputas comerciales.