Mientras que Florida ha ordenado la reapertura de las escuelas a pesar del aumento de los casos de Covid-19, Jimbo Jackson, director de la escuela Fort Braden en Tallahassee está instando a los padres a optar por el aprendizaje virtual para sus hijos.
“Creo que nuestra mayor preocupación es la seguridad de nuestro personal y nuestros estudiantes y nuestras familias escolares conectadas. Con nuestro reciente mandato estatal de tener un aprendizaje cara a cara y a base de ladrillos y mortero, tenemos preocupaciones extremas”, explicó.
La escuela perdió a dos miembros activos del personal de la escuela junto con un pariente de un miembro del personal y un ex empleado debido al coronavirus, según Jackson.
“Ya no somos sólo un número y una estadística”, dijo. “Es un golpe muy cerca de casa”.
Señalando las directrices de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades para la reapertura de las escuelas y una alta tasa de positividad entre los niños menores de 18 años que indica un alto riesgo, Jackson dijo que la instrucción en persona podría plantear riesgos para la salud.
Jackson y su esposa también contrajeron el virus en julio, lo que lo ha hecho más consciente de su papel, dijo.
“Como director de una escuela y responsable de toda esta gente, ya sabes, en previsión de que casi 450 niños y miembros del personal regresen a nuestro campus el 31 de agosto, tenemos una gran preocupación por su seguridad”. Lo último que quiero es que otro empleado o peor aún, un niño se enferme gravemente o posiblemente experimente un caso fatal de Covid-19″.
“Pasar por eso personalmente y estar bastante incapacitado durante unos 13 días me ha dado cada vez más comprensión”, dijo. “Así como caminar por los funerales y los servicios conmemorativos con las familias de estas tres personas que fueron muy queridas por nosotros.”
Las escuelas son una experiencia fundamentalmente social y los niños de tan sólo cuatro o cinco años de edad, estudiantes de jardín de infantes, tendrán que ser reeducados para no socializar, enfatizó Jackson sobre la experiencia en persona.
“No tener juegos o no pedir prestado material a los demás, son cosas que se vuelven realmente difíciles de mitigar en un entorno social escolar”, dijo. “Será un desafío muy difícil”.
