Desde que la pandemia del coronavirus cerró clubes, bares y salas de conciertos en todo el mundo, los fanáticos de la música han soñado con el día en que puedan volver a visitar un lugar concurrido y sudoroso para disfrutar de un concierto con sus amigos.
Con las tasas de infección en aumento en muchos países europeos, este sueño podría estar muy lejos por ahora. Pero algunos fanáticos de la música en Leipzig, Alemania, han tenido la oportunidad de rockear por un día en el nombre de la ciencia, con la ayuda de un desinfectante para manos y rastreadores electrónicos.
Los investigadores de la ciudad alemana de Leipzig organizaron un concierto experimental bajo techo para 1,500 personas para comprender mejor cómo se propaga el Covid-19 en los grandes y concurridos eventos, y cómo prevenirlo.
En el concierto, que contó con una actuación en vivo del músico Tim Bendzko, los aficionados recibieron máscaras respiratorias, gel de manos fluorescente y “rastreadores de contacto” electrónicos, pequeños transmisores que determinan las velocidades y distancias de contacto de cada uno de los participantes en el experimento.
Utilizando los datos de los rastreadores de contacto, los científicos de la Universidad de Halle monitorearán el número de “contactos críticos” que tuvo cada participante durante momentos y lugares específicos, mientras que el residuo dejado por el gel de manos fluorescente identificará las superficies que se tocan con frecuencia. Los investigadores esperan usar los datos para encontrar formas de traer grandes eventos, incluyendo los deportes, de vuelta a salvo.
El profesor Michael Gekle, decano de la facultad de medicina de la universidad y profesor de fisiología, dijo que el experimento se estaba llevando a cabo para preparar mejor a las autoridades sobre cómo llevar a cabo los eventos en las próximas estaciones de otoño e invierno.