Cuando Brian Schwartz fue despedido de su trabajo a mediados de junio, se sorprendió.

El hombre de 39 años trabajó duro como ejecutivo de publicidad digital de la ciudad de Nueva York, tan duro que su esposa a menudo lo apartaba de su computadora.

Pero las ramificaciones de la pandemia afectaron la economía y millones de estadounidenses siguen sin trabajo.

A pesar de que su vida se puso patas arriba, Schwartz se dio cuenta de que los ancianos y los veteranos de su comunidad estaban librando batallas más grandes contra el Covid-19. Y quiso ayudar.

Schwartz decidió que cortar el césped era un servicio socialmente distante que podía proporcionar, sin costo alguno, a los mayores de 65 años. Y así nació su servicio gratuito “Quiero cortar el césped”.

“Sólo quiero a los abuelos”. Schwartz dijo. “Sólo puedo imaginar el estrés por el que están pasando. Me di cuenta de que muchos de los ancianos tienen ingresos fijos, así que pensé que había una forma creativa de ayudarlos. No sólo físicamente, sino también mentalmente.”

Consiguió su primer cliente a finales de junio. Desde entonces, Schwartz, que tenía poca experiencia en paisajismo antes de su nuevo emprendimiento, ha provisto a más de una docena de personas mayores.