Nos comprometemos a tomar decisiones guiadas por la mejor evidencia. Nuestro enfoque ha sido y debe seguir siendo el estándar de oro en el que todos pueden confiar.

Se ha dicho y escrito mucho recientemente sobre la Administración de Alimentos y Medicamentos. La integridad e independencia de la agencia han sido cuestionadas.

Somos los altos funcionarios de carrera que dirigen el trabajo de los diversos centros de la FDA. Juntos somos responsables de más de 17,000 empleados, y entre nosotros tenemos más de 100 años de experiencia en la FDA. Nos preocupamos profundamente por nuestra agencia, su misión y su gente.

La actual FDA fue creada una década antes de la pandemia de 1918. El Congreso estableció a nuestro predecesor, entonces en la Oficina de Química del Departamento de Agricultura, para proteger al público de alimentos y remedios inseguros. Desde entonces, el alcance de nuestro trabajo se ha incrementado para abordar los problemas de salud pública emergentes, promoviendo la innovación y garantizando la seguridad de los productos que regulamos. Sin embargo, los principios fundacionales y fundamentales de la FDA siguen siendo firmes: proteger y promover la salud y el bienestar del público estadounidense, y basar nuestras decisiones en apoyo de nuestra misión de salud pública en una ciencia sólida.

A lo largo de los años, la FDA se ha enfrentado a numerosos retos y críticas. Entendemos que viene con el cargo. No es posible para una agencia con el impacto y el alcance de la FDA hacer su trabajo sin invitar a la controversia y al desacuerdo, particularmente cuando la salud o incluso la vida está en riesgo. Sin embargo, cuando la protección de la salud pública es nuestro faro, y la ciencia sólida es nuestra guía para navegar en aguas controvertidas, nos mantenemos fieles a nuestra misión mientras cumplimos nuestro deber con el público.