Los niños son inquietos y traviesos, y esto es normal en la edad infantil; el problema está cuando llega a niveles extremos y afecta su desarrollo.
Aunque solamente un profesional puede hacer un diagnóstico acertado, se debe de estar pendientes de las señales que indican que su hijo puede padecer déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
¿Qué es el TDAH?
Es un trastorno crónico en el que al niño se le dificulta prestar atención, es hiperactivo e impulsivo. Generalmente, se presenta en la niñez, pero puede mantenerse hasta la adultez.
El TDAH, puede causar en los niños baja autoestima, problemas en sus relaciones sociales especialmente con sus compañeros de escuela y dificultades para cumplir con las actividades escolares.
¿Quién y cómo se diagnostica el TDAH?
Según la Academia Estadounidense de Pediatría, los especialistas que pueden dar un diagnóstico de TDAH son los psicólogos, psiquiatras y pediatras.
Los padres pueden detectar ciertas pautas en el comportamiento de los niños que los haga sospechar que pueden padecer TDAH y estos son:
• No mantiene la atención en ninguna actividad.
• En la escuela no presta atención en clase y no se fija en los detalles.
• Cuando se le habla de manera directa, parece no escuchar.
• No cumple las reglas, no sigue las instrucciones que le dan.
• No termina las actividades que empieza.
• Se distrae muy fácilmente.
• Es desorganizado y no le gusta hacer actividades que requieran de esfuerzo mental, como las tareas de la escuela.
• Se mueve constantemente y no se está quieto en momentos en que debería.
• Interrumpe cualquier actividad que esté realizando, incluidas las de otras personas.
• Rompe el orden en actividades que requieren estar en silencio.
Recuerda que el diagnóstico de TDAH solamente lo puede hacer un especialista, ya que muchos de esos comportamientos pueden ser propios de su edad. Si tienes sospechas de que tu hijo pueda tener TDAH busca atención especializada.