Cerca de 9,000 niños migrantes no acompañados han sido expulsados de los Estados Unidos sin que se celebraran audiencias judiciales, en virtud de las restricciones impuestas por la administración Trump en materia de coronavirus en la frontera.

Una declaración judicial del Subjefe de la Patrulla Fronteriza de EE.UU., Raúl Ortiz, reveló el número, que anteriormente no había sido revelado al público.

Desde que la administración Trump invocó una ley de salud pública para implementar nuevas restricciones en la frontera el 20 de marzo, la agencia ha expulsado a más de 159,000 personas, según Ortiz. Esa cifra, dice Ortiz, incluye 8,800 niños que viajaban solos y 7,600 miembros de familia.

El archivo del funcionario de la Patrulla Fronteriza, revela nuevos detalles sobre quién ha sido expulsado de los EE.UU. bajo las arrolladoras restricciones de salud pública, que en gran medida impiden a los migrantes entrar al país.

La declaración fue presentada como parte de la apelación del gobierno de un reciente fallo judicial sobre un aspecto controvertido de las restricciones del coronavirus: el creciente uso de hoteles para detener a los niños migrantes en lugar de instalaciones con licencia y monitoreadas.

Los defensores de los derechos civiles y de los inmigrantes han advertido que el sistema secreto está poniendo a los niños en peligro. Han criticado a la administración por usar las afirmaciones de salud pública como pretexto para imponer duras restricciones a la inmigración.