No todos en China necesitarán vacunarse contra el Covid-19, según el principal funcionario médico del país, ya que Beijing busca priorizar a los trabajadores de primera línea y a las poblaciones de alto riesgo en una medida que subraya la creciente confianza de los responsables políticos en su capacidad para contener el virus.
“Desde que la primera oleada de Covid-19 apareció en Wuhan, China ya ha sobrevivido varias veces al impacto del Covid-19”, dijo Gao Fu, director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en una cumbre sobre vacunas en la ciudad de Shenzhen, según la agencia estatal de noticias China News Service.
La cuestión de vacunar al público es una de equilibrar “los riesgos y los beneficios”, agregó, señalando factores como el costo y los posibles efectos secundarios. Actualmente no hay necesidad de vacunación masiva en esta etapa, aunque eso podría cambiar si se produce otro brote grave, señaló Gao.
Esta política distingue a China de muchos gobiernos occidentales, sobre todo de Australia, que han trazado planes para introducir campañas de vacunación pública masiva.
El número de virus reportado por China se ha mantenido bajo desde la primavera. Ha habido algunos brotes en la provincia nororiental de Jilin en mayo, un brote en Beijing en junio y otro en Urumqi, la capital de Xinjiang, en julio, pero éstos se enfrentaron a medidas de cierre inmediato y pruebas masivas, y los brotes fueron contenidos en pocas semanas.
Gao citó estos breves brotes como prueba de las eficaces medidas de contención de China. “Los hechos han demostrado que tenemos varias armas mágicas para responder a la epidemia”, dijo.