Durante los últimos meses Julio Preciado se ha adueñado de los titulares, aunque desafortunadamente, no ha sido gracias a su música o por lo que mejor sabe hacer: cantar. El mazatleco, cuya trayectoria es una de las más reconocidas en el mundo del regional mexicano, ha dado de qué hablar, primero por su estado de salud, después, por quejarse de los corridos tumbados y de sus intérpretes, y hace unos días, por regresar a los escenarios, pero de manera clandestina.
La familia artística se unió en cadena de oración recién comenzaba este caótico 2020 para pedir por la salud de Julio Preciado, ya que el cantante se sometió a un trasplante de riñón tras padecer de insuficiencia renal, la cual le provocó varios ingresos fortuitos al hospital. Y aunque el panorama parecía desolador, finalmente, tras varios meses de recuperación, el ex integrante de Banda el Recodo salió avante frente a la enfermedad. Eso sí, durante el proceso nos dio varios sustos y se robó varios titulares.
Tras ese oscuro capítulo, el ídolo de la banda sinaloense se convirtió de nuevo en noticia, esta vez, por quejarse abiertamente de los corridos tumbados. Julio no reparó en hacer una crítica de lo que le parece mal de este subgénero, que al parecer es todo; en entrevista declaró: “Como dice mi compadre (Pancho Barraza), ahora toda la gente que cantan los corridos tumbados, que por cierto me cag** a mí en lo personal. Qué trae Natanael Reyes ¿Cómo se llama? Natanael Cano y toda esa gente, me estaba diciendo mi compadre ’sólo están platicando la vida de nosotros, pero ellos la están platicando, nada más. Nosotros la vivimos, ellos la están contando, la están cantando, pero nosotros sí teníamos respeto por la música y por el público”.
Dichas declaraciones le valieron ser víctima de los usuarios en redes sociales, le llovieron comentarios, en su gran mayoría, de todos aquellos que disfrutan y consumen la música de Natanael Cano, tachándolo de anticuado, en el mejor de los casos.
Y más allá de si sus comentarios fueron o no atinados, lo cierto es que lucieron fuera de lugar, dejándolo en una posición en la que nos dejó claro que no sólo vive ajeno a la industrial del regional hoy en día, tampoco la entiende, y al parecer, tampoco es algo que le interese. El punto final, y tiro de gracia para este capítulo lo dio el mismo Natanael, quien en entrevista declaró: “Hasta ahorita no sé bien quién es Julio Preciado, no me he metido al tema porque no tengo la necesidad”.
Finalmente, hace unos días, Julio fue noticia, nuevamente, esta vez, por actuar en una boda en el estado de Torreón, en Coahuila, entidad donde a raíz de la pandemia, los eventos multitudinarios están prohibidos. El operativo para frenar dicho evento corrió de manera “natural”, o sea con agresiones verbales y uso de la fuerza para suspenderlo pero nada más. Sin embargo, el mero hecho de que Julio Preciado estuviera cantando, fue suficiente motivo para regresar al líder de la Banda Perla del Pacífico, de nueva cuenta a la polémica. Ojalá vuelvan los días en que lo único que lleve a los titulares a este ícono de la banda sinaloense sea su trabajo musical, y no todo lo que lo rodea, una figura como la del cantante valida y arropa la escena musical nacional.