El presidente Donald Trump culpó a los “estados azules” de aumentar la tasa de mortalidad de la nación por coronavirus, sugiriendo que si “se saca a los estados azules” de la ecuación, los Estados Unidos serían mucho más competitivos con otros países.

El reclamo provocó una rápida reprimenda por parte de demócratas como el líder de la minoría del Senado Chuck Schumer de Nueva York, quien señaló que Trump es el presidente de todos los estados.

Trump ha culpado durante mucho tiempo a los líderes demócratas de una variedad de males, incluyendo las ciudades “dirigidas por los demócratas” donde las protestas contra la policía se han vuelto ocasionalmente violentas. Pero su sugerencia de que a los estados les fue mejor o peor con la pandemia dependiendo de su persuasión política fue su esfuerzo más explícito hasta ahora para enmarcar el manejo del virus en términos políticos.

Las observaciones del presidente se produjeron cuando su administración se enfrentó a cuestiones sobre la tasa de mortalidad por el virus en los Estados Unidos en comparación con otros países. Los Estados Unidos han experimentado alrededor de 60 muertes por coronavirus por cada 100.000 personas, de acuerdo con los datos de Johns Hopkins, entre las tasas más altas del mundo.