¿De dónde viene el término Procusto?
Es un personaje mitológico, quien era posadero en Ática, y ofrecía alojamiento a los viajeros. Mientras el visitante dormía, lo ataba y amordazaba, con el agravante que, si la persona era alta y el cuerpo sobresalía, cortaba sus pies, manos y cabeza.
Procusto tenía diferentes tipos de aposentos, por ejemplo, una cama pequeña para personas altas, una cama muy grande para descoyuntarlo a martillazos y otra cama ajustable. Procusto simpre se salía con la suya.
¿Cómo se relaciona con la vida real?
En nuestro mundo real, también existen personas como Procusto, están en la familia, son amigos, en la oficina y en muchas partes más. Estas personas, con tal de no aceptar sus limitaciones, tienen un manejo de sus impulsos con el fin de someterte y degradarte, a veces hasta niveles muy destructivos.
Existen dos tipos de “procustos”: los inconscientes y los conscientes.
Estos son los actos de los procustos inconscientes:
• Se afectan emocionalmente cuando alguien tiene la razón y ellos no. En ese caso, se desbordan emocionalmente y no pueden controlarse, llegando a tener actos destructivos.
• Aunque se creen personas empáticas, ellos juzgan desde su egocentrismo las reacciones de los demás. Muchas veces están cegados por su ego y llegan a desconectarse de la realidad.
• Son personas que hablan de las bondades del trabajo en equipo, el escuchar, la tolerancia y el intercambio de ideas, pero esos son solo argumentos para ser escuchados, no para escuchar. Hacen sentir mal a los demás, porque ellos siempre quieren tener la razón en todos los casos.
Actos de los procustos conscientes:
• Son renuentes a interactuar con personas a las que les va bien o que tienen más conocimientos y capacidades.Cuando se topan con ellos, llega una sensación de desconfianza y malestar. Llegan a despreciarlos y hasta odiarlos.
• Para evitar que queden en evidencia sus carencias, los procustos gastan mucha energía limitando las capacidades, la creatividad e iniciativa de los otros.
• Tienen actitudes contradictorias, lo que los convierte en personas poco confiables. Ellos modifican su posición inicial, si con esto deslegitiman al otro.
• Buscan aliarse con otros para acabar con aquel que se destaque más que ellos, lo hacen a través de chismes y calumnias, para ensuciar el nombre de aquel que consideran objetivo.
¿Cómo actuar ante los procustos?
• Mantener la calma
• Hacer una red de contención con los compañeros de confianza.
• Comentar lo que sucede con el área de recursos humanos.
• No dudar en denunciar a los procustos cuando las agresiones y ataques lleguen a niveles intolerables.
• Buscar un nuevo trabajo.
• Si se cuenta con un superior que escucha a sus empleados, compartir con esa persona de forma confidencial lo que sucede y buscar soluciones.
• No permitir que lo avasallen, ni justificar al que desprecia.
• Comprender que el problema es del otro y no de la víctima.