Desde que llegó el coronavirus a nuestros países, la población entró en cuarentena, pero, aunque niños, abuelos y padres la han padecido, las madres han sido las más afectadas por el encierro.
Las personas que pasan mucho tiempo en confinamiento, son susceptibles de desarrollar el síndrome de fatiga crónica de cuarentena, también llamada la enfermedad sistémica por intolerancia al esfuerzo (EM/SFC) o encefalomielitis miálgica, enfermedad que se caracteriza por una sensación de fatiga extrema, falta de sueño o sentirse somnoliento, dolores y otros síntomas que empeoran cuando se realiza algún esfuerzo, aunque sea mínimo.
Este síndrome afecta mayormente a las mujeres, y aunque no se conoce la causa, se relaciona con factores ambientales y genéticos, pero en esta época de pandemia se han disparado los casos.
El síndrome de fatiga crónica puede presentar pérdida de memoria, falta de concentración, dolores musculares y dolores articulares.
Para un diagnóstico adecuado, se recomienda consultar al médico y así descartar que se trate de otra enfermedad, además, para recibir el tratamiento adecuado.