Desde el fallecimiento de la juez Ruth Bader Ginsburg, prácticamente todos los senadores republicanos se han postulado para ocupar su lugar, lo que revolucionó la carrera por el control del Senado a solo 6 semanas del día de las elecciones.
La rápida acogida de McConnell podría ayudar a los republicanos en las contiendas por el Senado en estados morados y rojos, como Carolina del Norte, Iowa, Georgia y Montana, aunque podría perjudicarlos en otros.
El senador de Carolina del Norte, Thom Tillis, en realidad ha tenido dificultades para unir al Partido Republicano, con encuestas que revelan que Trump lo lidera en el estado. Pero la pelea por la Corte Suprema podría darle el apoyo de los fanáticos del presidente.
“Creo que lo que hace es ayudarlo con los votantes de Trump que quizás no voten en contra”, informó a CNN Glen Bolger, encuestador de Tillis. “Pero ahora, de repente, ahora todos piensan ‘Oh, el Senado es una pelea importante'”.
Sin embargo, Tillis también podría necesitar complacer a aquellos que cuestionan por qué su posición ha cambiado desde 2016. La primera preocupación que tuvo en la disputa del Senado el martes fue si cambió la forma de administrar un trabajo en la Corte Suprema.
En 2016, Tillis, como prácticamente todos los demás senadores republicanos, apoyó impedir que el candidato del presidente Barack Obama, el juez Merrick Garland, ocupara el escaño dejado por el difunto juez conservador Antonin Scalia.