Cuando una figura del tamaño de Jenni Rivera abandona el plano terrenal, se convierte casi de manera inmediata en leyenda, sobre todo cuando las condiciones detrás de su muerte aluden a motivos “maliciosos” y poco claros.
De esta manera la “Diva de la Banda” pasó a un estatus en el que es común que las historias en torno a su persona surjan y que muchas veces aterricen en el terreno de lo fantasioso e increíble. Ha pasado con Pedro Infante y la leyenda que cuenta que “vive” y que fingió su muerte para alejarse de su carrera como actor y cantante. Michael Jackson y Elvis Presley evidentemente encajan también en esa categoría y hace unos años le llegó el turno a Jenni.
Sin embargo, su historia fue más interesante: resulta que la cantante habría “fingido” su propia muerte para convertirse en un testigo protegido del FBI al ser buscada por el narco para saldar cuentas. Y aunque dicha leyenda es digna de un guion hollywoodense, todo queda en fantasía alimentada por la gente, que quisiera que, de un modo u otro, su héroe, o en este caso heroína, siguiera habitando la Tierra.
El último rumor alrededor de la cantante fue que se manifestó en una foto de su hijo Jhonny; bueno, tanto así como aparecer no, pero sí se manifestó a través del humo del cigarrillo que el joven fumaba.
Varios comentarios en la foto aseguraron que la cara de “La Diva de la Banda” se podía apreciar en la foto y que la artista seguía cuidando de su familia, incluso, después de fallecida.
Esto se conoce como “Pareidolia”, y básicamente “es un fenómeno psicológico que consiste en que podamos percibir un rostro o una figura humana o animal en lugares de lo más insospechados”.
Así que no es de extrañar que la cara de la querida Jenni Rivera, para muchos, se manifieste en el humo del cigarro de su hijo. Finalmente, se trata de un pretexto más para recordar a alguien que en vida les dio muchas alegrías y momentos dignos de recordar… después de todo, así se forjan las leyendas.