En el actual laberinto creado por Covid, los pasajeros se enfrentan a normas que cambian constantemente a medida que los aeropuertos, los países e incluso las compañías aéreas imponen sus propias restricciones sobre quién puede cruzar las fronteras internacionales.

En diversos lugares se han adoptado pruebas como clave para permitir el tránsito, lo que ha dado lugar a llamamientos más generalizados de la industria de viajes para que se utilicen para facilitar el retorno a un flujo más normal de tráfico de pasajeros.

Los viajeros también están a favor de las pruebas. De acuerdo con una reciente encuesta de SmartBrief para el Viajero de Negocios, más del 65% piensa que se debería exigir una prueba para viajar.

¿Pero es la prueba, y la introducción de los llamados pasaportes de inmunidad Covid que muestran cuando alguien se ha recuperado de la infección, realmente la clave para poner al mundo en movimiento de nuevo?

La respuesta, por supuesto, no es simple.

Hay dos categorías de pruebas para la Covid-19, que determinan si tienes una infección actual o pasada. La prueba de virus, usando un hisopo, confirma si actualmente tienes el virus, y el estándar de oro es la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

La prueba de anticuerpos determina si usted ha sido infectado con Covid-19 en el pasado. No sabemos si esto significa que una persona es inmune, o cuánto tiempo puede durar cualquier inmunidad.

Chile, Alemania, Italia, el Reino Unido y los Estados Unidos están jugando con la idea de los pasaportes de “inmunidad”, un documento físico o digital que certifica la inmunidad al Covid-19 e identifica a aquellos que tienen anticuerpos que los hacen inmunes. Pero se desconoce la duración de la inmunidad de los pacientes recuperados. Científicos de Hong Kong confirmaron recientemente que un hombre se reinfectó, sólo cuatro meses después de la recuperación.

Por ahora, las pruebas son vistas como la forma de liberar a los viajeros para que puedan viajar por el planeta. Sin embargo, está claro que los viajeros deben proceder con cautela. El hecho es que las soluciones diseñadas para abrir los viajes siguen siendo torpes. Pero el rápido progreso que se está haciendo significa que es sólo cuestión de tiempo.