Breonna Taylor, una EMT y aspirante a enfermera, fue asesinada en su casa en marzo cuando tres policías de Louisville vestidos de civil que ejecutaban una orden de “allanamiento sin tocar” devolvieron los disparos después de que su novio hiciera un disparo de advertencia porque pensó que estaba disparando a intrusos.

Ninguno de los oficiales ha sido acusado de un crimen. Dos de los oficiales siguen en la fuerza. Un tercer oficial fue despedido y está apelando para recuperar su trabajo.

El FBI está investigando si los derechos civiles de Taylor fueron violados. La ciudad de Louisville, Kentucky, acordó pagar 12 millones de dólares a la familia de Breonna Taylor e instituir reformas policiales radicales en un acuerdo histórico de la demanda de muerte por negligencia de parte de su familia.

Lo que se considera un retraso en la justicia para la familia de Taylor ha conmovido a millones de personas en todo el mundo, sacudiendo la conciencia y ganando el apoyo de un amplio grupo de interesados, incluyendo celebridades como la superestrella de la NBA LeBron James y Oprah Winfrey que han hablado en contra de la injusticia racial.

Como grito de guerra, el hashtag #SayHerName ha sido pegado a través de carteles y medios sociales, y cantado en mítines por los manifestantes por la justicia social en todo Estados Unidos este verano, ya que las investigaciones por la muerte de hombres negros a manos de la policía – incluyendo a George Floyd – parecen haber avanzado más rápido a través del sistema de justicia penal.