“Es una mujer de logros sin precedentes, con un intelecto altísimo, excelentes credenciales y una lealtad inquebrantable a la Constitución”, dijo el Sr. Trump en una ceremonia. En sus propios comentarios, la Juez Barrett dijo “los jueces no son políticos, y deben ser resueltos en dejar de lado cualquier punto de vista político que puedan tener”.

Al elegir a la Juez Barrett para reemplazar a la Juez Ruth Bader Ginsburg, el presidente optó por el candidato que más probablemente emocione a su base conservadora e indigne a sus oponentes liberales.

El registro de votos de la Juez Barrett es casi uniformemente conservador en cuanto al aborto, los derechos de armas, la discriminación y la inmigración. Si es confirmada, ella movería la corte firmemente hacia la derecha, haciendo menos probable el compromiso y poniendo en riesgo el derecho al aborto establecido en Roe vs. Wade.

Durante años, el movimiento conservador ha buscado a una mujer para que asuma el manto del Juez Antonin Scalia, el gigante de la jurisprudencia conservadora para el que la Juez Barrett trabajó como asistente legal.

En la Juez Barrett, de 48 años, los conservadores creen que han encontrado a la mujer. Ella no sólo está empapada de tradiciones legales conservadoras sino también de una cultura religiosa que, según sus amigos, direcciona su enfoque de vida y de la ley.