Tres candidatos a la vacuna están siendo inyectados en trabajadores que el gobierno considera esenciales junto con muchos otros, con planes de inyectar a más personas, lo que supone una gran apuesta de que las vacunas finalmente resultarán seguras y eficaces.
Las vacunas no probadas podrían tener efectos secundarios perjudiciales. Las vacunas ineficaces podrían conducir a una falsa sensación de seguridad y fomentar comportamientos que podrían conducir a más infecciones.
Las vacunas típicamente requieren años de investigación y pruebas y estamos presenciando una carrera afanosa para producir una vacuna segura y efectiva contra el coronavirus.