Una relación de pareja incluye un trabajo en equipo, de solo dos personas, y si se permite que alguien más intervenga, por ejemplo, los suegros de la pareja, la relación puede empezar a fallar.
Esto no significa que debamos evitarlos sino de marcar un límite cuando ellos interfieren en asuntos de pareja que no les concierne.
Hablar con la pareja sobre los suegros muchas veces no es un asunto fácil, pero hay que hacerlo ya que no se puede permitir que ellos opinen sobre la manera de vivir en pareja, la crianza de los hijos, y otros asuntos familiares.
Para lograrlo se debe tener:
• FIRMEZA
Cuando se piensa en hacer algo, es probable que le pidamos consejo a los suegros o a nuestros padres y ellos con su sabiduría y buena intención tratarán de aconsejarnos de la mejor manera, pero, si ellos quieren imponer sus decisiones sin que tengamos oportunidad de analizarlas, es mejor, de ahí en adelante, simplemente informarles lo que se hará para evitar interferencias.
• PODER
Algunos suegros llegan a ejercer un gran poder sobre sus hijos y de paso sobre la pareja. En ese caso, lo más conveniente es mantener la distancia y dejar en claro que la pareja funciona de manera autónoma sin necesidad de influencias ajenas.