El debate en torno al posible nombramiento de Amy Coney Barrett en el Tribunal Supremo se ha centrado en gran medida en el destino del derecho al aborto. Pero su mandato podría afectar significativamente a los derechos de los trabajadores también, dicen expertos.

Si bien nadie puede predecir cómo los jueces decidirán en última instancia una vez que tengan un asiento en el más alto tribunal de la nación, sus antecedentes ofrecen una ventana significativa a la forma en que interpretan la ley. Y en casos que van desde el acoso en el trabajo hasta el cobro de deudas, las opiniones de Barrett a menudo se han inclinado hacia los jefes y los negocios.

“A través de su historial en el Séptimo Circuito… sus fallos han favorecido a los empleadores en lugar de a los trabajadores”, dijo Carl Tobias, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Richmond, refiriéndose a la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito de los Estados Unidos con sede en Chicago.