La administración Trump cambió sus reglas para los trabajadores extranjeros altamente calificados que quieren vivir y trabajar en los Estados Unidos como parte del llamado programa de visas H-1B, anunciaron los Departamentos de Trabajo y Seguridad Nacional.

Los cambios, que la administración Trump ha caracterizado como parte de su objetivo de proteger a los trabajadores estadounidenses, significan que los empleadores tendrán que comprometerse a salarios más altos para aquellos que quieran contratar y los solicitantes de visado tendrán que tener una “ocupación especializada” que se ajuste más estrechamente a sus calificaciones formales. La duración de los visados también podría acortarse.

“Hemos entrado en una era en la que la seguridad económica es una parte integral de la seguridad nacional”, dijo en una declaración el Secretario interino del Departamento del Interior, Chad Wolf. “Debemos hacer todo lo que podamos dentro de los límites de la ley para asegurarnos de que el trabajador americano sea puesto en primer lugar.”
Los cambios de política han sido discutidos desde 2017 y serán efectivos dentro de 60 días. La ley de inmigración actual permite unas 85,000 visas H-1B cada año, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos.

El Wall Street Journal informó que Ken Cuccinelli, el funcionario de mayor rango en el Departamento, dijo a los reporteros en una conferencia telefónica que espera que alrededor de un tercio de las solicitudes de visas H-1B sean rechazadas bajo el nuevo conjunto de reglas.