Todos hemos escuchado la frase “es mejor solo que mal acompañado”, y tiene mucho de cierto, porque ¿para qué volver donde te lastimaron y seguirán con lo mismo? No permitas que la soledad te haga caer en los brazos equivocados; es mejor tomarlo como una oportunidad para renacer, replantear tu plan de vida y saber hacia dónde irás.
Cuando una relación amorosa termina, duele, sufres y te encierras en tu mundo, y a medida que pasa el tiempo comienzas a ver la soledad como el peor de los escenarios y buscas escapar involucrándote con el primero que se cruce en tu camino.
También puede ocurrir que no te des tiempo para sanar las heridas de tu relación anterior y te lanzas a los brazos equivocados que solo será una relación rebote que usas para cubrir el vacío emocional que te han dejado.
Para algunas personas estar solas es una idea insoportable, por lo que cuando terminan una relación inmediatamente comienzan otra con el propósito de sentirse amados por alguien, y olvidan que se tienen a sí mismos, y que primero hay que sanar las heridas y amarse para poder entrar en una nueva relación sana y feliz, ya que no se puede permitir que la soledad te arrastre a los brazos equivocados.
Estar falsamente unido a otra persona es peor que estar solo. Cuando aceptas tu soledad, te tomas el tiempo para recuperarte y te valoras, comprenderás que no te vas a conformar con cualquiera y no caerás en los brazos de quien no te merezca.