El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, y para millones de personas es indispensable consumirlo en la mañana para estar despejados y con energía. Pero, a pesar de sus beneficios, también tiene su parte negativa.
Cuando se toma café con el estómago vacío, aunque sea descafeinado, algunos componentes disparan la producción de ácidos, lo cual puede llevar a provocar molestias leves a corto plazo, pero que se van agravando con el paso del tiempo.
La cafeína es un estimulante que ayuda a despejar la mente y le proporciona energía al cuerpo; sin embargo, el cuerpo puede realizarlo de manera natural gracias a la hormona llamada cortisol, conocida como la del estrés y su función es mantenernos alertas y regular la energía.
Cuando se toman estimulantes, como el café, puede traer consecuencias no deseables, ya que al notar que existe un exceso de estímulo, la glándula suprarrenal, que es la responsable de la fabricación del cortisol, va a reducirla porque ya no lo considera necesario.
El cortisol es importante para el buen funcionamiento del organismo, pero si se produce en exceso, va a afectar el funcionamiento de la glándula suprarrenal; esto sucede cuando tenemos mucho estrés, o cuando tomamos mucho café.
Además, como el café es adictivo (por la cafeína) y si lo tomamos en exceso, se altera la química cerebral y cada vez vamos a necesitar mayor cantidad para tener los mismos efectos.