La lista de drogas que se mostraron efectivas para el tratamiento de COVID-19 se alargó, incluso cuando otra droga bien usada perdió algo de su brillo.

En un gran estudio clínico, el tocilizumab, un inmunomodulador utilizado desde hace mucho tiempo para tratar la artritis reumatoide, demostró que puede salvar vidas si se administra a pacientes críticamente enfermos de COVID-19 dentro de los dos primeros días de su ingreso en una unidad de cuidados intensivos.

El estudio, publicado en JAMA Internal Medicine, mostró que poco más del 27% de los pacientes de la UCI tratados con tocilizumab murieron en el plazo de un mes, en comparación con el 37% de los que estaban igual de gravemente enfermos pero no recibieron el medicamento.

El tocilizumab, un llamado anticuerpo monoclonal, se ha utilizado durante el brote debido a su efecto en la disminución de las reacciones inmunes, que han sido comunes con el COVID-19.