Una encuesta reciente encontró que la voluntad de los americanos para obtener una vacuna COVID-19 puede estar determinada por su eficacia médica, así como por la duración de la protección.

Según la encuesta de casi 2,000 adultos, publicada en la revista revisada por pares JAMA Network Open, las personas fueron más influenciadas por la eficacia de la vacuna, los efectos adversos y la duración de la protección.

Los investigadores de la Universidad de Cornell encontraron que los estadounidenses tenían un 16% más de probabilidades de recibir la vacuna COVID-19 si era 90% efectiva en lugar de 50%. La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos ha dicho que aprobaría cualquier vacuna que sea al menos 50% efectiva en la prevención de la infección o en la reducción de la severidad de la enfermedad, aproximadamente la misma eficacia que la vacuna anual contra la gripe.

Los estadounidenses tenían alrededor de un 7% más de probabilidades de recibir la vacuna si la incidencia de efectos adversos importantes era de 1 en 1 millón en lugar de 1 en 10,000, y alrededor de un 5% más de probabilidades de recibir la vacuna si su duración de protección era de cinco años en lugar de uno.