Cuando te has realizado una mamografía de detección de rutina, lo último que deseas escuchar es que se encontró algo sospechoso. Afortunadamente, la mayoría de las mamografías anormales no terminan como cáncer.
Durante una mamografía de detección, el técnico y el médico buscan cambios inusuales en los senos, como bultos, masas o pequeñas manchas blancas, llamadas calcificaciones. Si esta no es tu primera mamografía, sus resultados se compararán con mamografías anteriores. De esa manera, el médico puede notar si ya existían irregularidades en el tejido mamario o si son nuevas y deben ser investigadas.
Si hay algo sospechoso, te llamarán nuevamente para obtener imágenes adicionales y posiblemente otras pruebas. Lo más probable es que no sea nada, pero si es cáncer, el objetivo es encontrarlo en la etapa más temprana y tratable.
¿Qué más podría ser?
Hay varias razones por las que es posible que te llamen después de una mamografía y no necesariamente significa que tenga cáncer. Por ejemplo, algunas mujeres naturalmente tienen tejido mamario más denso, lo que dificulta obtener una buena imagen durante la mamografía de rutina. También puedes tener un quiste u otra masa que no sea cáncer. A veces, el médico solo quiere ver más de cerca, porque la primera imagen no estaba clara.
¿Qué pasa después?
Si te vuelven a llamar después de una mamografía, o tú o tu médico encontraron un bulto en el seno durante el examen manual, tu médico ordenará una mamografía de diagnóstico. Este es el mismo tipo de imagenología que una mamografía de detección, excepto que se pueden tomar más imágenes.
Otras posibles pruebas que puedas necesitar incluyen:
- Mamografía 3-D: similar a una tomografía computarizada, para tomar múltiples vistas y crear una imagen 3-D de su seno. Este tipo de mamografía permite a los médicos ver detalles más finos con mayor claridad y es mejor para detectar el cáncer de mama en mujeres con tejido mamario denso.
- Resonancia magnética de mama: una resonancia magnética de mama puede detectar cánceres que las mamografías y la ecografía pueden pasar por alto, o identificar más de cerca quistes y masas no cancerosas.
- Ecografía mamaria: la ecografía mamaria utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para adquirir imágenes del tejido mamario en una pantalla de computadora. Esta prueba puede usarse junto con una mamografía.
- Biopsia de mama: durante la biopsia, tu médico extraerá una pequeña muestra de tejido mamario mediante una biopsia guiada por imágenes. Luego, la muestra se examina con un microscopio para ver si es cancerosa. Una biopsia es la única forma de saber si las células son cancerosas.
- Una vez que te hayan ordenado alguna de las pruebas de diagnóstico adicionales, tu médico te llamará con los resultados. En muchos casos, las pruebas adicionales confirmarán que el tejido mamario es normal.