En un mitin en Allentown, Pennsylvania, el presidente Donald Trump dijo algo increíble, incluso para sus estándares.

Contando cómo su campaña tuvo que mover el sitio del mitin para cumplir con los protocolos Covid-19 del Gobernador Demócrata Tom Wolf, Trump dijo esto:

“Lo recordaré, Tom. Lo recordaré, Tom. ‘Cuando me digas hola, Sr. Presidente, soy el Gobernador Wolf, necesito ayuda, necesito ayuda’. ¿Sabe qué? Ud es mala gente”.

Dejemos muy claro lo que Trump está haciendo aquí: Está amenazando con retener la ayuda federal – o algún tipo de otra ayuda – la próxima vez que Pensilvania la necesite porque el gobernador del estado, según el Presidente, hizo difícil encontrar un sitio para celebrar un mitin de campaña.

Oh, y por cierto, una portavoz de la oficina de Wolf insistió al Pittsburgh Tribune que la versión de Trump de esta historia es simplemente errónea – que la oficina del gobernador envió una carta a la campaña de Trump a principios de año pidiendo que se adhieran al distanciamiento social y a las directrices, pero eso es todo.

“Fuera de eso, la administración no ha tenido ningún contacto con la campaña de Trump sobre sus eventos”, escribió la portavoz de Wolf, Sarah Goulet, en un correo electrónico al Tribune. “La campaña Trump no está obligada a contactar con la administración cuando está planeando visitas. Creemos que la campaña trabaja directamente con los dueños de las propiedades o los funcionarios locales cuando planifica. De nuevo, lo que el presidente dijo es inexacto”.

Es fácil perder de vista la anormalidad de algo como esto porque mucho de lo que Trump dice y hace es profundamente anormal comparado con las formas en que siempre hemos visto actuar a nuestros presidentes.